Hace muchos años comencé a coser, ¡tantos años!... creo que tenía 3 ó 4; mi vecina era costurera, la señora que nos cuidaba cosía, la madre de mi mejor amiga le hacía los disfraces para el colegio, y mi bisabuela hacía obras de arte a ganchillo y a dos agujas, y yo me quedaba embelesada contemplando su arte, el arte de cada una de ellas, creando maravillas a partir de pedazos de tela o bobinas de hilo. Yo las imitaba, me encantaba hacerle ropas a mis muñecas, mantas, y aunque no aprendí a coser hasta unos años más adelante, siempre creé uniendo de la manera que podía aquellos pedazos de tela, y hacía enredinas con la lana y otros hilos. Me llevaba los retales a casa, siempre tenía en algún lugar de mi habitación una caja o una bolsa a reventar de retales. Me maravillaba el ir sacando uno a uno, ver sus colores, sentir sus texturas, grosores... ¡unirlos y crear! Sentir que con mis manos podía hacer algo bello, algo útil, a partir de los pedazos...
Tras el nacimiento de mi hija sentí la necesidad imperiosa de reconectar con mi esencia, con ese arte que sin darme cuenta quise dormir, y comencé a crear cuadros muy sencillos, originales y llamativos. Algunos vendidos, muchos regalados en cumpleaños y otras celebraciones, y otros esperando a encontrar esas manos que los trasladen a sus nuevos hogares.
Y, desde no hace mucho, comencé a crear pelotas, animales, broches y otros complementos, además de avanzar en los cuadros, ampliando la temática a motivos canarios y de otras culturas.
Y eso que les cuento es mi nuevo proyecto, seguir profundizando en la costura con fieltro, en la reutilización de retales, y en la creación de nuevas líneas de productos para tiendas y particulares.
Este es el comienzo, o la continuación, de un camino que me apasiona.
Siempre me encantaron las películas en las que aparecían círculos de mujeres sentadas cosiendo edredones de patchwork, tejiendo amorosas mantas de lana o hermosas bufandas para toda la prole. Me visualizaba entre ellas, compartiendo el te de la tarde, o el café de la mañana mientras nuestras manos daban nuevas forma a las telas que nos llegaban.
Hoy siento que estoy en ese camino de nuevo, no sé qué será, a dónde llegaré o no llegaré, la verdad es que no me importa, sé que es lo que me gusta, lo que siempre me apasionó y en ello estoy.Compaginando con otras labores, investigando, probando, errando, avanzando en mi día día, materializando lo que una vez, hace mucho tiempo soñé.
Desde cambiar un botón a subir un vuelto, el hecho de crear, modificar, mejorar.... siempre me maravilló.
Desde la sencillez, la humildad y la ilusión.... les comparto mi nuevo proyecto, que anda despacito, aunque sin pausa... Ha ido fraguando lentamente y siempre estará en desarrollo, ...
¡¡Deseo me acompañen en este nuevo viaje!
Hand made Artesanando
El Atelier
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