Mes de Agosto del año 2012, mi amiga Kasia y yo nos encontramos en la Comunidad conocida como Manantial de Tara, en la Isla de Tenerife. Se trataba de un maravilloso paraje a las orillas de un barranco, un lugar excepcional creado por el amor hacia la humanidad y hacia la Pachamama.
Para mí, punto de encuentro entre seres que buscan; lugar de paso que nos brindaba la oportunidad de manifestar nuestras inquietudes y, las ocasiones de aprendizaje necesarias para seguir creciendo y desarrollándonos en un camino de conciencia, gozo y plenitud.
Lugar en el que la incongruencia y el apego estaban a flor de piel; excelente campo de cultivo necesitado de un buen arado para arrancar de raíz la sombra que asomaba en superficie, y fantástico ofrecimiento a la transmutación. Del predominio de la sombra al equilibrio con la luz. Un paso más, siempre un paso a la vez, hacia delante, hacia el centro, hacia nuestro interior.
Entre idas y venidas de innumerables personas se dio el encuentro, atravesaron sus puertas a media tarde algunas de las gotas de luz que formaban la Caravana de la Alegría. Un proyecto apetecible que irradiaba alegría, fuerza y optimismo, pero sobre todo nos brindaban hechos, acción; gritaban a viento y marea Aquí y Ahora.
Así fue como conocí a Mamen y Andrea, dos personas que aún en la distancia han logrado iluminar densidades. Mamen me transmite fuerza de voluntad, amor incondicional, y luz, mucha luz a través de sus palabras, pero sobre todo de sus hechos compartidos y de su arte, su pintura. Los mandalas que la sanan, sanan. Resueno con ella y me lleno de luz con cada uno de sus cuadros.
Cada paso, cada instante, cada hecho una oportunidad.
Resistencias y apegos han estado presentes en mí desde hace mucho tiempo, y por más que intenté participar en la Caravana siempre ganaron las resistencias y tomaron fuerza otras opciones. Pero siempre les acompañé de algún modo. Unas veces fue mi flojera, otras que la vida cambió el rumbo y no coincidimos. Pero estaban presentes en mí.
Poco a poco, a medida que pasaban los meses me fui acercando a los coloridos y profundos cuadros de Mamen, me dejé impregnar por la fuerza que transmiten y por la sabiduría contenida. Poco a poco, he ido usando sus formas y colores para recordarme mi luz, la luz de cada una de nosotras.
Es por eso que este artículo, sencillo y humilde sirve para mí como manera de honrar su trabajo y presencia.
Si tienes curiosidad y quieres conocer su trabajo o incluso obtener alguna de sus maravillosas creaciones, puedes encontrarla en Flor de Loto Arte (pincha sobre el nombre y te llevará hasta su espacio).
Tan solo Siendo transformamos. Nuestra esencia, nuestra energía, la onda expansiva de nuestras acciones/pensamientos cotidianos genera cambios, sin más necesidad que Ser.
GRACIAS...
ResponderEliminar