28.12.13

Foto 3: La enseñanza del Desierto


Esta tortuga simboliza uno de mis mayores aprendizajes, fueron necesarios 3 años para darme cuenta de que la respuesta a mis plegarias estaban hechas incluso antes de que yo orara. 

"¡Despacio, despacio!"- me gritaba la Hamada Argelina- ¡Cálmate, ve despacio!.

No hice caso, y es ahora que aquello vivido toma forma y significado. Me he dado cuenta de que todas esas aventuras que corrí entre los 15 y los 27 años fueron portadoras de grandes enseñanzas, profundos aprendizajes que no quise escuchar en su día y que ahora que he parado, me van llegando, poco a poco en ocasiones, aceleradamente las menos de las veces. 

Despacio se hace un buen puchero. 

Tenía prisa por vivir, creía que en cualquier momento podría desaparecer la oportunidad y en lugar de disfrutar lo presente me apuraba por acabar lo que tenía entre manos para ir en busca de otras aventuras. 

Todo para antes de ayer, me decía incansablemente mi madre. 

¡Disfruta, disfruta, se te va a ir la vida y aún no has aprendido a disfrutar!

Es esta tortuga la que ahora marca el paso. En Tindouf aprendí muchísimo, me costó asimilar tanta información y tantas experiencias, poco a poco he ido desmadejando el ovillo de vivencias, emociones, ideas... que tomaron forma en el desierto. 

Recuerdo lo vivido y me dejo embriagar por esos colores y olores que regresan a mi mente. Fue lo que fue, y comprendo que de volver sería totalmente distinto. 

Ya no soy aquella joven rebelde de 24 años, enfadada con el Mundo por la injusticia y declarada en guerra contra toda aquella persona que osase cuestionar mi valentía. Ya no tengo nada que demosrtar a nadie, ni tan siquiera a mí misma. 

Ahora se que valgo, que soy fuerte, que tengo valor, voluntad y ganas, muchas ganas de seguir viviendo y disfrutando de esta vida. 

Ir despacio me permite Vivir, disfrutar, aprender. La velocidad es lo que hacía que una y otra vez fracasase en mis intentos. Aún caigo mentalmente en la vorágine impuesta, externa, ajena, pero sigo en mi intento de andar despacio, respirar con calma y escuchar con total dedicación, para así, de verdad, Vivir, aprender lentamente con interés, sin prisas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te apetece puedes dejar aquí tus comentarios. Gracias.

Cuentos por la diversidad

¡Cuántas ganas tenía de poder contarlo! Hace tiempo que comencé a magullar una idea, llevo meses buscando entre libros y en los archivos de ...